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Los secretos más oscuros del universo se llevan el Nobel de Física 2020: Roger Penrose, Reinhard Genzel y Andrea Ghez por sus trabajos sobre agujeros negros

Hoy el mundo de la física miraba a Suecia preguntándose quién se unirá a figuras de la talla de Planck, Einstein, Bohr, Curie, Heisenberg o Schrödinger en el panteón de los Nobels. Y este año han sido Roger Penrose, por un lado y Reinhard Genzel y Andrea Ghez por el otro los que se han llevado el gato al agua.

El comité del Nobel ha acordado concederles el premio de Física de 2020 a Penrose por el «descubrimiento de que la formación de los agujeros negros es una predicción robusta de la teoría general de la relatividad» y a Reinhard Genzel y Andrea Ghez por el «descubrimiento de un objeto compacto supermasivo en el centro de nuestra galaxia».

Además, Andrea Ghez se convierte así en la cuarta mujer en la historia en ganar el Nobel de Física.

Un premio para los agujeros negros

El Nobel ha ido a Penrose por un lado y a Genzel y Ghez por el otro. Roger Penrose inventó una serie de creativos métodos matemáticos para poder extraer conclusiones sólidas de la teoría general de la relatividad. De ese modo, demostró que la teoría de Albert Einstein nos lleva a aceptar la formación de agujeros negros.

Por su parte, Reinhard Genzel y Andrea Ghez encontraron un objeto invisible y extremadamente pesado en el mismo corazón de nuestra galaxia. De esa forma, se dieron de bruces con un fenómeno que expande sus efectos sobre todas las estrellas y planetas de nuestra Vía Láctea. Un fenómeno que solo ha podido explicarse por la presencia de un colosal agujero negro en su centro.

Las predicciones volvieron a fallar

La favorita de Sigma Xi es Lene Vestergaard Hau por «sus trabajos para reducir la velocidad y detener la luz». En la lista corta están Alan Guth por «sus trabajos en la inflacción cósmica del universo»; Edward Witten por sus trabajos sobre la estructura del Universo que rompen las lindes entre la matemática y la física; y Jocelyn Bell Burnell en cuyo caso se subsanaría una de las grandes injusticias históricas de este premio en la medida en que Bell Burnell fue una de las descubridoras clave del Nobel del 1974, pero no fue premiada.

Clarivate apostaba por Thomas Caroll y Louis M. Pecora por «sus investigaciones en dinámica no lineal, incluida la sincronización de sistemas caóticos»; Hongjie Dai y Alex Zettl por «la fabricación de nanotubos de nitruto de boro y carbono y sus novedosas aplicaciones»; y, por último, Carlos S. FrenkJulio F. Navarro y Simon DM White por «sus estudios fundamentales sobre la formación y evolución de galaxias, estructura cósmica y halos de materia oscura»