Samsung Galaxy Z Flip 5G: una versión renovada del Galaxy Z Flip que suma 5G gracias al Snapdragon 865+

Uno de los elementos de los que carecía el Samsung Galaxy Z Flip, el segundo plegable de Samsung que ya hemos tenido ocasión de analizar en Xataka, era la conectividad 5G. Ahora la compañía ha decidido ponerle solución lanzando el Samsung Galaxy Z Flip 5G, un dispositivo que, a efectos prácticos, es igual que el Samsung Galaxy Z Flip que ya conocemos, pero con un procesador nuevo: el Snapdragon 865+.

Por lo demás, exactamente igual. Misma pantalla, misma capacidad de memoria RAM y almacenamiento interno y misma batería. Los cambios son a nivel de procesador. Recordemos que el Samsung Galaxy Z Flip se lanzó con el Snapdragon 855+. El precio del terminal es de 1.449 dólares y, por el momento, se queda en el mercado estadounidense. No hay noticias sobre su llegada al mercado global, pero actualizaremos en caso de que Samsung de más información al respecto.

Ficha técnica del Samsung Galaxy Z Flip

El mismo diseño…

Como decíamos, el diseño del dispositivo es exactamente el mismo que el del Samsung Galaxy Z Flip original. Así pues, el terminal está dividido en dos módulos unidos mediante una bisagra. El móvil se pliega hacia dentro, es decir, como los antiguos teléfonos de concha. Las dimensiones del móvil son las mismas que las del modelo 4G, a saber: 167,3 x 73,6 x 7,2 mm cuando está desplegado y 87,4 x 73,6 x 15,4 cuando está plegado. Mismo peso también: 183 gramos.

Sin novedades en la pantalla, donde seguimos encontrando un panel AMOLED plegable de 6,7 pulgadas con resolución FullHD+ (2.636 x 1.080 píxeles) en formato 21,9:9. Samsung conserva la tasa de refresco de 60 Hz, así como las características de la pantalla secundaria: tecnología Super AMOLED, 1,1 pulgadas y 300 x 112 píxeles de resolución.

… pero con mejoras en el procesador

Es dentro del terminal donde encontramos la principal novedad. Samsung ha sacado el Snapdragon 855+ y ha implementado el Snapdragon 865+, último procesador firmado por Qualcomm. Este, a efectos prácticos, es un Snapdragon 865 vitaminado con un 10% más de potencia y compatibilidad con Qualcomm Fast Connect 6900.

Dicho de otra forma, los núcleos del procesador son capaces de alcanzar una velocidad de 3,1 GHz y la GPU Adreno 650 renderiza un 10% más rápido. Según Qualcomm, es capaz de generar hasta 144 fotogramas por segundo. Por otro lado, al ser compatible con Qualcomm Fast Connect 6900, el dispositivo puede alcanzar los 3,6 Gbps de velocidad de descarga en redes WiFi y es compatible con WiFi 6E.

Pero más allá de la potencia, lo novedoso están en la conexión 5G. El Snapdragon 865+ es compatible con redes 5G NSA y SA. Eso, traducido al día a día, significa que el Galaxy Z Flip se podrá conectar a las redes 5G actuales y a las que llegarán más adelante. En la ficha técnica publicada por Samsung menciona que es compatible con la banda Sub-6GHz, pero no hacen mención a mmWave.

El sistema operativo es Android 10 con One UI. Como en la versión anterior, la capa de personalización tiene algunos añadidos que permiten explotar la pantalla plegable, como el modo Flex o la multitarea. A todo esto le dará vida una batería de 3.330 mAh con carga rápida de 15W y carga inalámbrica inversa de 9W.

Por último, la cámara. No hay novedades en cuanto a sensórica y funciones. La cámara principal consta de dos sensores de 12 megapíxeles, siendo el segundo un gran angular con 123º de campo de visión. Se podrá usar tanto como con la pantalla plegada como con el teléfono cerrado gracias a la pantalla secundaria. La cámara para selfies, oculta en un agujero en la pantalla principal, se queda en 10 megapíxeles con apertura f/2.4.

Versiones y precio del Samsung Galaxy Z Flip

El Samsung Galaxy Z Flip 5G llegará primero a Estados Unidos, tanto al mercado libre como a la operadoras, a partir del 7 de agosto. Estará disponible en Mystic Gray y Mystic Bronze, un nuevo color bronce. Su precio será de 1.449,99 dólares, que al cambio son unos 1.251 euros. Para poner la cifra en contexto, el Samsung Galaxy Z Flip en España cuesta 1.500 euros, para ponerlo en contexto.