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Apple y Samsung puedan no incluir el cargador en la caja de los móviles.

La semana pasada el conocido analista y filtrador del mundo Apple, Ming-Chi Kuo, adelantaba que Apple iba a dejar de incluir el cargador en la caja de los iPhone. Hoy, fuentes de la industria surcoreana aseguran al medio ETNews que Samsung está estudiando hacerlo para reducir costes y compensar el aumento derivado de implementar el 5G.

Por el momento, ninguna de estos dos informaciones son oficiales, pero ponen sobre la mesa el debate sobre si sigue siendo realmente necesario incluir un cargador en la caja. Tendremos que esperar a las presentaciones venideras para salir de dudas, pero mientras eso llega, no está de más repasar los pros y los contras de esta posible decisión.

Dispositivos sin cargador y antecedentes

Lo cierto es que ya tenemos algún que otro antecendente. Nos podemos remontar tiempo atrás, cuando Motorola resurgió de sus cenizas y lanzó el archiconocido Motorola Moto G. Era un terminal realmente barato, menos de 200 euros, y no incluía el cargador en la caja, solo el cable USB necesario. Esto mismo se repetiría con el Motorola Moto G de 2015.

Otros ejemplos los podemos encontrar en las pulseras, relojes inteligentes y auriculares completamente inalámbricos. Por norma general, los fabricantes de estos accesorios no incluyen un adaptador USB en la caja. Simplemente añaden la base de carga USB para que el usuario la conecte en uno de los cargadores que tenga por casa. Asumen que el usuario tiene un cargador disponible y lo cierto es que si tiene un móvil, tablet, eReader, etc., lo más probable es que así sea.

Pero más allá de que ya haya dispositivos que llegan a las casas de los usuarios sin cargador en la caja, no es un secreto que, poco a poco, los fabricantes se han ido deshaciendo de ciertos componentes que, hasta hace relativamente poco, eran un must en cualquier smartphone. El ejemplo más claro lo tenemos en el puerto jack de 3,5 milímetros y en la ausencia de auriculares cableados en la caja, sobre todo en las gamas media y baja,Según las filtraciones, los motivos para dejar de incluir el cargador en la caja son económicos y medioambientales

Los motivos por los que los fabricantes parece que dejarán de incluir el cargador, según las filtraciones, son económicos y medioambientales, y en cierto modo tienen razón. Son dos puntos a tener en cuenta, sin duda, aunque como siempre sucede en esta vida, hay puntos positivos y puntos negativos. Porque dejar de incluir el cargador puede tener efectos positivos a nivel medioambiental, pero desde el punto de vista del usuario, también puede suponer una faena.

Cargador en la caja: sí o no

Empecemos por los puntos positivos: coste y factor medioambiental. Saber cuánto le cuesta a una marca fabricar un móvil es complicado. Habría que abrirlo, conocer los componentes y saber cuánto les ha costado cada uno en función del trato que haya firmado con el fabricante en cuestión. Es difícil. Sea como fuere, este año hemos asistido al «nacimiento» de una tecnología que está encareciendo ligeramente los smartphones: el 5G.

La tecnología 5G es relativamente nueva y, si bien poco a poco empieza a haber más procesadores y módems compatibles, actualmente es más cara que la tecnología 4G. Dejar de introducir el cargador en la caja podría ser una forma de compensar el coste propio de implementar la tecnología 5G. El caso del Snapdragon 865 es llamativo, ya que el módem no está integrado en el procesador, así que se tiene que implementar aparte. Consolidar componentes reduce costes y, en este caso, no lo están.

Ming-Chi Kuo esgrime que Apple dejará de incluir el cargador en los iPhone 12 precisamente por ese motivo, para mantener el coste de los iPhone 12 al nivel de los iPhone 11 aún introduciendo la tecnología 5G. Las fuentes de la industria que citan en ETNews afirman que Samsung está estudiando hacer lo mismo precisamente por lo mismo: compensar el aumento de precio derivado del 5G. Otro tema es si retirar el cargador será suficiente para compensar este coste, claro.

Por otro lado, está el factor medioambiental. Salvo contadas excepciones, siempre que se compra un móvil se incluye un cargador en la caja. Si partimos de la base de que solo en 2019 se enviaron más de 1.370 millones de smartphones, según Canalys, y asumimos que en todas las cajas de esos móviles había un cargador, estamos hablando de que se enviaron 1.370 millones de cargadores que se sumaron a los 1.400 millones que se enviaron en 2018 y a los 1.550 millones que se enviaron en 2017.

Ahora bien, también hay puntos negativos y afectan, principalmente, al usuario. Por un lado, la premisa anterior se sostiene si partimos de la base de que el usuario ya tiene un cargador de un dispositivo anterior, pero puede darse el caso de que no lo tenga. De ser así, este se vería obligado a hacer un desembolso adicional para algo tan simple como cargar su móvil. Es cierto que los cargadores, incluso los compatibles con carga rápida, no son particularmente caros, pero es un gasto más al fin y al cabo.

Por otro lado, lo que mencionábamos anteriormente: usar un cargador menos potente de un dispositivo anterior puede provocar que no se pueda disfrutar de la carga rápida. De nada sirve que un smartphone tenga carga rápida de 30W si no contamos con un cargador capaz de ofrecer esta potencia (y eso si no contamos que cada marca ofrece su propio sistema de carga rápida). De nuevo, el usuario tendría que decidir si hace el desembolso y compra un cargador nuevo o si prefiere ahorrar ese dinero y seguir usando su cargador actual.

Sea como fuere, lo que está claro es que, de tomarse, será una decisión que traerá cola y dará que hablar.